martes, 3 de diciembre de 2013

Llamadme por mis verdaderos nombres

thich_nhat_hanh_LLAMADME POR MIS VERDADEROS NOMBRES, 
POEMA DE THICH NHAT HANH


Vietnam, 1926. Thich Nhat Hanh es un monje budista vietnamita. Durante la guerra de Vietnam trabajó sin descanso por la reconciliación entre el Norte y el Sur. Sus innumerables esfuerzos por esa causa fueron motivo de que Martin Luther King,Jr. lo nominara para el Premio Nobel de la Paz en 1967. Vive en el exilio en una pequeña comunidad de Francia lugar donde imparte sus enseñanzas, escribe, y trabaja por la ayuda a los refugiados de todo el mundo. Ha liderado muchos retiros de conciencia en Europa y America del Norte, ayudando a veteranos, niños, y a todo aquel que busca pacificar tanto su entorno como su corazón.

No digas que me iré mañana,
Siendo que recién llego.
Mira profundamente:
En cada segundo estoy llegando,
a ser un botón en una rama de primavera,
a ser un diminuto pájaro de alas frágiles,
aprendiendo a cantar en mi nuevo nido,
para llegar a ser una cuncuna en el corazón de una flor,
para ser una joya que se esconde en una piedra.
Yo sigo llegando,
con el fin de reír y llorar,
de temer y esperar,
El ritmo de mi corazón es el nacer y morir de todo lo que está vivo.
Soy una mariposa en plena metamorfosis en la superficie del río,
y soy un pájaro que se desliza en picada a saborear la mariposa.
Soy una rana nadando alegremente
En el agua transparente de la laguna
Y soy la serpiente
Que silenciosamente se alimenta de la rana.
Soy el niño de Uganda,
sólo huesos y piel,
mis piernas delgadas como un bambú,
y soy el mercader de armas
que vende mortíferas municiones a Uganda.
Soy la niña de doce años,
que refugiada en su pequeño bote,
se tira al mar después de ser violada por un pirata,
Y soy el pirata, mi corazón aun incapaz de ver y de amar.
Soy el miembro del politburó,
con todo el poder en mis manos,
y soy el hombre que tiene que pagar mis “deudas de sangre” con mi gente,
muriendo lentamente en un campo de trabajos forzados.
Mi alegría es como la primavera,
tan cálida que hace florecer la tierra.
Mi dolor es como un río de lágrimas,
tan inmenso que llena los cuatro océanos.
Por favor llámame por mis verdaderos nombres,
así puedo escuchar mis risas y llantos de una sola vez,
así puedo ver que mi alegría y pena son una sola.
Por favor llámame por mis verdaderos nombres,
así puedo despertar,
la puerta de mi corazón,
podrá ser dejada abierta,
la puerta de la compasión.
Thich Nhat Hanh

lunes, 17 de septiembre de 2012


 Durmiendo, soñaba contigo,
desperté y seguí soñando,
imaginé que existías,
sentí que te quería
pensé que te amaba

y volví a soñar porque me querías.

Tu camino comienza en el otro lado..

En el seno de este nuevo amor, muérete
Conviértete en el cielo
Con un hacha ataca el muro de tu prisión.
Escápate
Sal como si te hubieran dado a luz en
Un mundo de color.
Hazlo ya.
Estás cubierto de espesas nubes
Deslízate. Muere.
Silencio.


La quietud es señal segura de que
Has muerto.
En tu antigua vida ansiosamente huías
Del silencio sin cesar
Ahora se asoma la luna llena enmudecida.


RUMI

miércoles, 13 de junio de 2012

poema zen


"Viaje a Ítaca". Kavafis

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin esperar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.


Kavafis

miércoles, 6 de junio de 2012

POEMA J. CORTÁZAR "el breve amor"

EL BREVE AMOR

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en le espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiédose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-
(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?)